La importancia del cuidado de la piel
Saber cuál es la importancia del cuidado de la piel es muy
necesario ya que muchos piensan que cuidarse solo tiene un fin estético, sin
embargo, va mucho más allá. Se trata de mantenerte saludable y los malos
hábitos en el cuidado de la piel pueden causar erupciones cutáneas, llagas,
acné y arrugas. El cuidado apropiado es especialmente importante para las
personas que sufren problemas de la piel, tales como psoriasis, o que tienen
alergias cutáneas.
Para poder comprender un poco más hay que adentrarnos a saber
¿Qué es la piel?
La piel es un órgano dinámico constantemente cambiante, se
compone en tres capas principales: epidermis, dermis y subcutis o tejido
subcutáneo, cada una de las cuales está formada por varias subcapas. Los anejos
de la piel, como folículos y glándulas sebáceas y sudoríparas, también
desempeñan diversos papeles en su función global.
La piel es vital para nuestra salud y bienestar. Además de
actuar como primera línea defensiva del organismo frente a bacterias y virus,
la piel sana mantiene el equilibrio de líquidos y contribuye a regular la
temperatura corporal. Es muy sensible y reconoce el toque más suave, así como
el dolor.
Por consecuente hay varios tipos de piel y cada uno requiere
productos y cuidados diferentes y se conocen como piel normal, grasa, seca, mixta
y sensible o reactiva. Es uno de los factores de nuestra apariencia que más
puede afectar nuestra autoestima y, su cuidado desde temprana edad es ideal
para evitar cicatrices y ralentizar el envejecimiento. Para ello es importante
contar siempre con asesoría profesional, altamente calificada y aunque suelen ser
un poco costosos.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que una buena alimentación es la mejor arma de defensa para nuestra piel. Lo que ingerimos se refleja en ella porque repercute de una forma u otra y, por tanto, el primer cuidado, comienza con nuestros hábitos alimenticios. Evitar alimentos tóxicos es tan importante la buena alimentación como darle los nutrientes necesarios.
La nutrición es responsable de hasta un 30% de las arrugas que
tenemos, y es sabido que la piel no responde igual a una dieta rica en frutas y
verduras antioxidantes, que, si le sometemos a grasas, carnes aceites, harinas
o alimentos procesados. Por lo tanto, lo primero que debemos hacer es revisar
lo que comemos y cómo podemos influir para darle a nuestra piel más aliados que
nos defiendan.
La piel debe mantenerse limpia, pero lavarla excesivamente con jabón la secará, privándola de su lubricante natural: el sebo. El jabón también puede causar reacciones alérgicas. Si eso sucede, debemos elegir algún producto marcado como "hipoalergénico". Los productos hidratantes ayudan a lubricar la piel con una película de emulsión de aceite y agua, y no son absorbidos más allá de la capa más externa de la piel.
El mayor riesgo para la piel es el exceso de luz solar. La exposición excesiva causa no sólo sequedad o quemaduras, sino cambios a largo plazo que pueden provocar envejecimiento prematuro o, incluso, cáncer de piel.
Un amplio espectro de protectores solares con un factor de
protección de al menos 15 (30 para Protectores solares niños), bloquea la mayor parte de las
dañinas radiaciones ultravioleta. Los protectores solares deben aplicarse antes
de ponerse al sol y aplicarlos nuevamente cada dos horas, deben aplicarse
generosamente, la mayor parte de la gente no se aplica la cantidad suficiente.
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